Hacienda Navajas está en CDMX

Fotos: Orlando Vega

En el corazón del valle de Tala –donde se encuentra la región cañera más próspera del país–, la Hacienda Navajas se erige como un símbolo de perseverancia y legado.

Fundada en 1850, junto con El Plan y Bellavista, formó parte de un extenso latifundio agroindustrial dedicado al cultivo de caña de azúcar.

De estas tierras se producía azúcar, melaza, piloncillo y aguardiente, manteniendo viva una herencia centenaria que sigue vigente.

El vino rosado más chic, artístico y eco friendly

Entre las ruinas y el escombro del casco de la Hacienda, inicia en 2019 su restauración, respetando la arquitectura original, y rescatando del olvido esta estructura con más de 3 siglos de historia.

Es ahí, en uno de los valles cañeros más importantes del país, y un siglo después de su último registro de producción, regresa a la Hacienda de las Navajas, la fabricación de aguardiente de caña, retomando la tradición y el legado de destilación de la región.

Ron Especiado Navajas:

Se hace la maceración por 3 meses de 5 especias mexicanas seleccionadas:

Cacao de Grijalva, canela de Soconusco de Chiapas, el café de Pluma de Oaxaca, vainilla de Papantla y la pimienta dulce de Tabasco. Después, este ron es añejado por 7 meses en barricas de roble americano blanco, creando un blend único.

Ron especiado mexicano

Aguardiente Navajas (sin añejamiento):

Un destilado ligero y versátil, ideal para mezclar en aguas frescas y cócteles.

Hoy en día, la Hacienda Navajas ha sido restaurada para albergar una destilería durable. Combinando técnicas ancestrales con innovación moderna al crear productos excepcionales que ahora cuentan con reconocimientos internacionales.

Aguardiente navajas

En el año 2023 se le otorgó medalla de plata para el Aguardiente Navajas. Ron Especiado Navajas se llevó medalla de bronce en el certamen San Francisco World Spirits.

Adicionalmente, la Revista Cava premió a dicho Ron Especiado con una medalla de doble oro.

Ahora llega a la Ciudad de México para amplificar y compartir su riqueza
legendaria, transformada en destilados que cuentan historias en cada gota.