Este hotspot que reinterpretó deliciosamente la cocina mexicana -y especialmente la del Noroeste- presenta un nuevo menú, manteniéndose en tendencia.
Bien recordarás que Fónico causó revuelo en la CDMX por varias razones; una de ellas, atreverse a iniciar sus operaciones y continuar trabajando a pesar de que la pandemia comenzaba y empeoraba paralelamente.
Su concepto culinario nos maravilló de tal manera que hoy siguen de pie, presentando un nuevo menú.
Los elementos que definen a Fónico son la pesca, la brasa, el humo, tradición y modernidad; lo cual, siguen enteramente presentes en los platillos que disfrutamos en esta última visita al restaurante.
Su amor por el mar es contagioso y notorio. El chef Billy Maldonado y su equipo de cocina nos deleitaron con una serie de platillos que entre sabores, colores y texturas lograron conquistarnos por completo.
Para comenzar, llegó el aguachile de pesca del día con fermento de habanero y mango enchilado; perfectamente presentado esperando a ser mezclado con la salsa para que disfrutes de la explosión de sabores.
Al mismo tiempo, una tostada de pesca del día en escabeche, la cual nos encantó; Esto lo maridamos con uno de los cocteles de la casa.
Elixir de jengibre, preparado con mezcal, jengibre, zacate de limón y soda de jengibre. Muy fresco e ideal para quienes son fans del clásico Moscow Mule.
El espacio que te rodea al comer, a pesar de ser moderno y estar en un edificio antiguo bastante impactante, es amable y cálido. Puedes aprovechar cualquiera de sus áreas para tomar fotos increíbles.
Para el segundo tiempo, el queso fundido con chicharrón de hongos de temporada para taquear hizo su afortunada aparición acompañado de un guacamole con fermento de jalapeño bien servido.
Otro de los cocteles de la casa que nos prepararon fue el Daiquirí de guayaba con jamaica, ron, limón y sal de jamaica.
Queremos hacer una mención honorífica a los bartenders de Fónico que se encargaron de nuestras bebidas, pues todas estuvieron excelentes; y además, se encargaron de mimar a uno de los comensales que no bebía alcohol, con mocktails maravillosos.
Foto: Food and Booze Mx 
Foto: Food and Booze Mx
En el tiempo siguiente, nos sirvieron hortalizas rostizadas, plato que nos sorprendió gratamente, pues están acompañadas de un mole blanco de macadamia que nunca habíamos probado. Es una gran opción si prefieres no comer carne y la porción es basta.
Al mismo tiempo, un filete de Lobina con salsa de elote, lemongrass, esquite asado y chile chiltepín nos dio la porción de proteína que necesitábamos.
Imagina el pescado más jugoso, con piel crujiente y unos esquites dulces, un poco picantes y honestamente preparado de forma perfecta. ¿Se te antojó? A nosotros también.
Para cerrar este espectacular menú, los postres no nos defraudaron.
¿Y cómo lo iban a hacer? En ellos se refleja el trabajo y dedicación de quienes los preparan, y el comensal lo nota.
Nos presentaron dos postres que, a nuestro parecer, pueden cubrir dos espectros diferentes en cuanto a gustos:
El flan de guanábana es único. Aquél que disfrute de los sabores frutales, un tanto dulces con un toque ácido será fan de dicho postre.
Para quienes gustan de algo más dulce pero especiado, podrán pedir la coyota con manzana, que si no caemos en un error, era la primera vez que lo servían. ¿Te imaginas tener esa suerte? ¡Delicia!
Estamos seguro que ya te convenciste de ir a Fónico. Y es que, cuando un restaurante se supera a sí mismo de esta manera, se convierte en una experiencia imperdible.
Para más información y reservaciones, visita https://fonico.mx/