En una ciudad que nunca deja de sorprender, hay lugares que parecen diseñados para pausar, respirar y disfrutar con todos los sentidos.
Así fue mi visita a Vigneron, un wine bar íntimo y sofisticado ubicado en el corazón de la colonia Roma.
Desde que crucé la puerta, supe que no estaba entrando a un lugar común, sino a un espacio pensado para los que amamos el vino… tanto como las buenas conversaciones.
Un rincón para los verdaderos amantes del vino
Vigneron tiene algo especial: una mezcla perfecta entre calidez y refinamiento.
El espacio, con capacidad para solo 30 personas. Está diseñado para que cada detalle cuente, desde la iluminación tenue hasta la música suave que te acompaña sin imponerse. Aquí, el vino es protagonista, pero nunca intimidante.

La carta se siente como una invitación a explorar. Su enfoque está en etiquetas cuidadosamente curadas de distintas regiones del mundo.
Hay un énfasis especial en Francia: Borgoña, Champagne, el Valle del Loire, e incluso algunos vinos excepcionales de Cataluña.
La selección no es al azar: cada vino proviene de “vignerones”, pequeños productores que representan lo mejor de sus regiones. Es decir, vinos con alma.
Copa a copa, bocado a bocado
En mi primera visita decidí dejarme llevar por su propuesta como wine bar: probar algunas copas, picar algo, sin prisas.
La carta de alimentos es un homenaje a los bares de vino europeos, con una selección de charcutería, quesos artesanales. Conservas elegantes y postres sutiles que hacen que cada maridaje cobre sentido.

Probé un Champagne delicado acompañado de sardinas en conserva con pan de masa madre. Luego, una copa de Pinot Noir de Borgoña que se llevó de maravilla con un queso curado con miel de trufa. Cada combinación estaba pensada, pero sin rigidez; era más una invitación a descubrir.
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Para los que buscan ir más allá: el menú degustación
Aunque optes por la experiencia relajada, seguro quedarás con muchas ganas de volver y probar su menú degustación de ocho tiempos. Para poder disfrutarlo, es solo con reservación a través de Tock.
Es una propuesta mucho más estructurada y gastronómica, con dos opciones de maridaje y platos diseñados para acompañar y resaltar cada vino.
Ideal para una ocasión especial o simplemente para quien quiere dejarse sorprender de principio a fin.

Vigneron es para quedarse… o volver
Vigneron no es solo un wine bar. Es un lugar que se disfruta sin prisas, que invita a conocer más, pero también a simplemente disfrutar. Tiene el conocimiento, sí, pero también el encanto de quienes saben que el vino no se trata de complicarlo, sino de compartirlo.
Si estás en la Roma y buscas una experiencia distinta, íntima y profundamente sensorial, te recomiendo reservar una mesa.

Ya sea para una copa casual o para entregarte al menú completo, Vigneron es de esos lugares que se quedan contigo mucho después de que la última copa se vacía.