El tema de speakeasy ya no es tan desconocido en México.
En resumen, es un concepto heredado de la época de la prohibición en Estados Unidos que comenzó el 17 de enero de 1920, y llegó hasta el 5 de diciembre de 1933.
Durante esta época de ley seca, la única forma de conseguir alcohol era comprándolo para “uso medicinal”, por razones “religiosas” como parte del clérigo o yendo a locales secretos, mejor conocidos como “speakeasies“.
El nombre lo obtienen de la forma en la que tenían que hablar dentro de esos lugares, es decir “bajito”.
Solo podías en entrar dando una contraseña, tocando la puerta de cierto modo o con un saludo especial.
De ahí deriva el nombre de uno de nuestros speakeasies favoritos: Handshake.
Si no conociste su primera faceta, te perdiste de un pequeño bar escondido en una plaza ubicada sobre avenida Masaryk, en Polanco.
Elegante era uno de los adjetivos más concurridos para referirte a dicho sitio; y su equipo de bartenders tenían la capacidad de cultivarte sobre un montón de cosas que rodeaban al trago que pedías.
Hoy, Handshake se ha mudado de colonia. La calle Amberes, en la Juárez se engalana con este nuevo capítulo del bar que debes visitar.
Con Eric Van Beek -ganador global de Bacardi Legacy 2018– a la cabeza del equipo de barra, Handshake te recibe para ofrecerte una experiencia de lujo bastante accesible.
La experimentación y refinamiento modificaron la carta de bebidas; la cual nos sorprendió gratamente con una opción que no había visto en otro bar: los miniature classics.
Una serie de tragos en presentación “mini” que sirve para despertar al paladar, entrar en ambiente y acompañarte en lo que eliges al primer cóctel de la casa, todo esto sin la carga alcohólica de un trago de tamaño normal.
En estas opciones, los tragos son clásicos –Martini, Vesper, Negroni, Boulevardier– de esta forma puedes elegir algo que ya conoces antes de aventurarte a explorar las creaciones del equipo Handshake.
Los cócteles de este nuevo menú son algo que no encuentras en otro lado.
Preguntando sobre la inspiración para crear las bebidas que nos presentaron, Van Beek nos comentó que querían hacer algo completamente diferente a lo que hay en otros bares; pues no tiene sentido repetir lo que ya existe en las numerosas opciones de la CDMX.
Si de sabores y aromas familiares se trata, acá usan productos nacionales comprados a chinamperos y productores locales; que aportan un sabor o recuerdo de lo mexicano en sus recetas. ero el resto es una serie de elementos que pondrán a tus sentidos a trabajar.
La forma en la que se estructura la carta, y sobre lo que te puedes ayudar para saber qué pedir, es con los perfiles que presenta cada cóctel; Aterciopelado, frutal, corto, largo, amargo, etcétera.
Los tragos que probamos fueron el mini Vesper y mini Martini para comenzar. Definitivamente una gran idea.
Después, una Piña Colada -Brandy Torres15, coco, piña y brotes de cilantro-; el Butter Mushroom Old Fashioned -Bourbon Makers Mark, mantequilla, hongo chanterelle, nuez y hongo hinoki-. Y el Fig Martini -Bombay Sapphire, Noilly Prat Dry Vermouth, hoja de higo y aceite de limón- se repartieron entre los asistentes de la barra; maravillando a cada persona que bebía su respectivo cóctel.
Diversas técnicas como el clarificado y el fat wash -que es básicamente la maceración de algún tipo de grasa en un destilado- ayudan a elevar los tragos; sacándolos de lo convencional.
Mexi-Thai es el ejemplo perfecto de la mezcla de sabores mexicanos y otros un poco más desconocidos.
Éste es uno de los cócteles con una elaboración más extensa; pues en una de sus fases, se destila en el mismo bar.
Se elabora con Don Julio 70, coco, limón kaffir y aceite de albahaca.
La última ronda fue para conocer al Matcha Dame Blanche. Dulce, aterciopelado, y vivaz.
Hecho con Beefeater, Matcha, limón, vainilla; yogur griego, chocolate blanco y flor panalillo.
Pero además de los tragos, la atención dejó un muy buen sabor de boca.
El que se guarde tu drink cuando te levantas de la mesa – por seguridad y para preservarlo bien frío- es uno de los detalles que resaltaron en nuestra visita.
Para conocer más a fondo todo esto, tienes que visitarlos. Te recomendamos hacer reservación, pues el aforo es limitado.
Bebe con moderación